¿Alguna vez has oído hablar de la pasta risottatura? Los italianos estamos muy apegados a las tradiciones y para cocinar la pasta conocemos un único método: el de hervirla en agua hirviendo con sal, escurrirla y luego añadirla a la salsa.
En cambio, para la pasta de risotto, el método es muy parecido al del risotto, una auténtica innovación culinaria que permite potenciar el sabor y mezclarlo mejor con la salsa.
Al igual que con el risotto tradicional, la pasta se cuece directamente en la sartén, agregando un poco de agua a la vez, hasta que esté cocida.
Para ayudarlo a comprender mejor el procedimiento, le mostraremos ampliamente cómo sucede esto:
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Cómo volver a cocinar la pasta
Para esta preparación es necesario disponer de una cacerola con lados altos donde se lleva a ebullición el agua.
Por 160 gramos de pasta, alrededor de 2 porciones (o una para los hambrientos), Se necesitan 250 ml de agua, por lo tanto, es necesario ajustar según la cantidad de pasta que necesite preparar.
Una vez que ha hervido, se sala el agua y se baja la pasta. Este último debe cocinarse siguiendo los tiempos de cocción indicados en el paquete y si es necesario, durante la cocción agregar más agua y mezclar.
Una vez cocida la pasta debe haber absorbido toda el agua y formó una verdadera cremina.
Cómo cocinar pasta larga
El método que hemos ilustrado anteriormente es el estándar, especialmente indicado para cocinar pasta corta. En cuanto a las pastas largas, como espaguetis, bucatini o tagliatelle, para facilitar la cocción te recomendamos que dividirlo en dos fases.
Cocine la pasta en agua hirviendo con sal como de costumbre, pero solo durante la mitad del total de minutos de cocción. Transcurrido el tiempo, escurrir la pasta, mantener el agua de cocción y verter la pasta en la sartén.
Completa la cocción de la pasta añadiendo el agua poco a poco y, justo antes de apagar el fuego, revuélvela con la salsa elegida.
¿Por qué cocinar pasta de nuevo? Todas las ventajas
Este método de cocción tiene varias ventajas, aquí hay algunas:
- Ahorra tiempo, agua y gas: cocinar la pasta de esta manera solo utiliza una sartén y esto le permite ahorrar gas o electricidad (según su placa), para ahorrar agua para lavar y otra agua para cocinar. De hecho, para hervir la pasta de la forma tradicional se necesitan litros de agua, en este caso se necesita mucha menos. Además, este proceso también permite ahorrar tiempo, ya que no es necesario esperar a que hiervan todos esos litros de agua;
- Una pasta deliciosa: otra ventaja es sin duda la del sabor, ya que volver a cocinar la pasta permite conservar todo el almidón. Al no escurrirlo no se pierde nada y el resultado es obtener un plato de pasta mucho más sabroso, pero sobre todo cremoso;
- No se utilizan grasas: a veces, solo para obtener una pasta cremosa más ligada a la salsa, se utilizan grasas como mantequilla, bechamel, nata o más simplemente abunda en aceite. En este caso, sin embargo, gracias al almidón, no es necesario utilizar nada, ya que estará cremoso y por lo tanto mucho más ligero;
- Mucho más digerible: según varios nutricionistas, con esta técnica de cocción se consiguen platos de pasta mucho más digeribles, ya que se bloquea el proceso de transformación de los azúcares. Sin embargo, respetando una dieta equilibrada, siempre es recomendable alternar técnicas de cocción.
Pasta risotto: ¿cuando evitar?
Levantar la pasta también tiene sus contras, de hecho hay algunos casos para los que este método de cocción no es precisamente el más adecuado. Aquí es cuando:
- Con formas de pasta demasiado grandes: no lo recomendamos porque la pasta sería difícil de cocinar. La cocción puede ser desigual ya que el agua no la cubriría por completo. Si se agrega demasiada agua, existe el riesgo de obtener un condimento demasiado líquido y, por lo tanto, nada cremoso;
- Se necesita algo de practica: si es la primera vez que vuelves a intentar cocinar pasta, es posible que no consigas el tiempo de cocción adecuado o que no se cocine de forma homogénea. Que no cunda el pánico, las primeras veces pueden pasar, pero con un poco de práctica conseguirás platos de pasta super deliciosos;
- No para todo tipo de coberturas.: la técnica de la risottatura para pasta puede resultar superflua cuando ya existe un ingrediente que aglutina. Por ejemplo, si preparas un plato de carbonara ya existen el huevo y el pecorino que actúan como aglutinantes. Además, en el caso de las a base de bechamel, conviene evitarlo por completo, ya que el almidón ya está presente en la salsa y por este motivo la pasta no podría rehidratarse como debería y, por tanto, cocinarse.
¿Cómo condimentar la pasta de risotto?
La primera vez que cocines pasta de risotto, te recomendamos cocinarla en blanco, como el famoso ajo, aceite y guindilla. Después de dejarse llevar un poco, puede comenzar a experimentar con diferentes recetas.
Los condimentos más indicados son los a base de verduras, añadir siempre al final para que no se deshagan. La pasta risotto también es ideal para preparar platos a base de pescado, como espaguetis con almejas.
¿Cómo se conserva la pasta de risotto?
En caso de que sobra, es posible guardar la pasta de risotto en el frigorífico en un recipiente tapado con film transparente. máximo 2 días.
Al calentarlo basta con añadir un par de cucharadas de agua o caldo y sofreírlo en una sartén hasta que los jugos de la cocción vuelvan a estar cremosos.