El marisco más querido, muy fácil de cocinar, hay que limpiarlo muy bien: aquí te contamos cómo quitar la arena a las almejas para preparar un plato excelente
Las almejas están buenísimas, pero hay que saber quitarles la arena perfectamente para poder disfrutarlas con espaguetis, pero también salteadas, gratinadas, alla pescatora (es decir, salteadas en una sartén con vino), o -entre muchas recetas- alla ‘napoletana’ (con ajo, aceite, perejil y tomates cherry) e incluso en ensaladas. Se preparen como se preparen, están buenas. Además, cocinarlas es muy fácil, lo que las hace aún más apetecibles.
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Almejas y arena
Las almejas se pescan sobre todo del fondo arenoso del mar con redes o rastrillos, por lo que es inevitable que contengan arena, que hay que retirar cuidadosamente antes de sumergirlas en una olla o sartén para no correr el riesgo de encontrarla en el plato.
¿Cómo quitar la arena de las almejas?
No es una operación demasiado laboriosa, pero requiere un poco de espera si se quiere hacer bien, porque lo ideal es dejar las almejas en remojo unas horas antes y después de enjuagarlas. Y estos son sólo algunos de los pasos para una limpieza perfecta: puede encontrarlos todos siguiendo leyendo (antes de la receta de los espaguetis alle vongole perfectos para ponerle a prueba enseguida)
Cómo conservar las almejas
La conservación (y limpieza) de las almejas empieza en realidad en el barco, donde se guardan en agua de mar o agua salada para evitar que se estropeen nada más pescarlas. Lo mismo debe hacerse en casa, siguiendo dos rutas. Si las almejas se van a consumir en un par de días, se pueden guardar en la nevera cerradas en un recipiente y envueltas con un paño húmedo. Si, por el contrario, la intención es cocinarlas el mismo día, nada más comprarlas, basta con ponerlas en un bol con agua fresca con sal. El agua dulce, de hecho, hace que se deterioren aún más rápido.
Cómo seleccionar las almejas
Antes de limpiarlas, hay que seleccionar las almejas: las que ya estén abiertas o tengan la concha especialmente dañada y rota deben descartarse porque están muertas y, por tanto, ya no son aptas para el consumo.
Cómo limpiar las almejas
Una vez clasificadas, las almejas deben enjuagarse con agua corriente fría hasta que no queden granos de arena visibles. Para facilitar la operación, también se puede utilizar un escurridor que no toque el fondo. Hay quien las cuece ya después de este paso, pero dejarlas en remojo un par de horas antes de cocinarlas garantiza, en nuestra opinión, un resultado impecable: basta con verterlas en un bol, de nuevo con agua y sal gorda, y dejarlas un par de horas. Hay que volver a enjuagarlas antes de cocinarlas.
Cómo conservar las almejas
No es ideal congelar las almejas porque corren el riesgo de perder sabor. Sin embargo, si cocinas demasiadas, puedes conservarlas en el congelador durante un par de meses: sólo tienes que quitarles las conchas y congelarlas con su salsa.