Los caracoles marinos (también conocidos como caracoles, caracoles, maruzzelle o conchas marinas), aunque menos conocidos que sus primos terrestres, siguen siendo muy popular en la cocina gracias a su sabor fuerte e intenso ya su consistencia compacta que los hace perfectos como aperitivo o en la preparación de sabrosos primeros y segundos platos.
Sea cual sea la receta que pretendas preparar, en cualquier caso es fundamental conocer las variedades, ya que no todas son comestibles, conocer las propiedades beneficiosas y sobre todo como se deben limpiar para eliminar todas las impurezas.
Si quieres saber más sobre estos sabrosos moluscos, solo tienes que seguir leyendo esta breve guía para saber cómo limpiar los caracoles de mar, cómo conservarlos y cocinarlos de la mejor manera.
Índice de Contenido
Cómo limpiar caracoles de mar
Antes de entrar en el meollo de la discusión y descubrir cómo se limpian los caracoles de mar, es bueno hacer un breve vademécum sobre las variedades comestibles y más comunes:
- murexde forma achaparrada y superficie rugosa, tiene una longitud que oscila entre 6 y 8 cm;
- Múrex truncadode mayor tamaño que el anterior, se caracteriza por un color que tiende al verde-violeta;
- galeodea plauta con una superficie rayada de color amarillento claro.
Además de muy sabrosos, estos mariscos son ricos en minerales, como hierro, sodio y potasio, y bajos en grasas.
Respondamos ahora a la pregunta que muchos de vosotros os estaréis haciendo: ¿cómo limpiar caracoles de mar?
En primer lugar es necesario eliminar toda la arena y las impurezas y para ello hay que poner los moluscos en remojo en agua con sal durante al menos 30 minutos, cuidando de frotar las conchas de los caracoles.
El agua se debe cambiar cada 10 minutos (asegurándose de que siempre tenga la misma concentración de sal) hasta que esté perfectamente clara.
En este punto todo lo que queda es proceder a eliminación de cáscara, también llamado gorro o crema. Hay dos técnicas diferentes para hacer esto.
- Tome una olla, llénela con agua y vierta en ella los caracoles de mar, los granos de pimienta y las hojas de laurel. Lleva el agua a ebullición y deja que los mariscos se cocinen durante unos 20 minutos. Tan pronto como los caracoles estén cocidos, saldrán de sus caparazones y estarán listos para ser escurridos y cocinados;
- Si por el contrario no dispones de mucho tiempo, puedes utilizar una técnica más rápida pero igualmente efectiva. Cogemos una sartén antiadherente de fondo grande, vertemos un chorrito de aceite, los caracoles de mar, un poco de pimienta en grano y unas hojas de laurel. Cubra todo con una tapa y cocine a fuego medio durante al menos 5 minutos. También en este caso, al cabo de 5 minutos, los caracoles, por efecto del calor, empezarán a salir de las conchas, eliminando el sombrero.
Después de ver cómo quitar la piel de los caracoles, veamos cómo almacenarlos y cómo cocinarlos.
Consejos de conservación
¿Acabas de limpiar tus mariscos pero aún no sabes cómo cocinarlos o aún no sabes cómo limpiarlos? Pues ahora te explicamos cómo conservar los caracoles de mar.
Moja un paño de cocina y envuelve tus caracoles en él. Conservarlos en la nevera a una temperatura entre 0 y 2°C.
Estos moluscos se mantendrán en buenas condiciones Por un par de díasdespués de lo cual se limpiarán y cocinarán.
Cómo cocinar caracoles de mar
Limpios y sin cáscara, los caracoles de mar se pueden preparar de muchas maneras diferentes.
Quienes prefieran una cocina saludable pueden optar por la caracoles de mar hervidoso cocinados en blanco y aromatizados como hierbas aromáticas y un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
Quien ama hacerlos En la sartén en su lugar se debe proceder a la elaboración de un salteado a base de hinojo silvestre, menta, perejil y caldo de pescado. Los que prefieran también pueden añadir un par de tomates maduros y un poco de puré.
En ambos casos, los caracoles de mar son excelentes para disfrutarlos acompañados de picatostes frotados con ajo fresco.
Por último, recordamos la cocción al vapor ideal para conservar las propiedades nutricionales y organolépticas de estos moluscos.
Además de disfrutarse solos, los caracoles de mar suelen utilizarse también en la preparación de risottos o primeros platoscomo único condimento o además, por ejemplo, de almejas u otros moluscos.
A pesar de las numerosas propiedades beneficiosas, al ser de difícil digestión, se aconseja no superar nunca los 250 g por ración (conchas incluidas) y está absolutamente prohibido comerlos crudosencontrándose entre los alimentos con alto riesgo de contaminación viral.
Por todas estas razones, los caracoles de mar deben comprarse vivos y limpios y cocinarse con mucho cuidado.