¿Has comprado unos buenos calamares en el mercado para prepararlos para el almuerzo o la cena, pero te has olvidado de pedirle al tendero que los limpie?
No hay problema, se trata de una operación menos exigente de lo que uno podría imaginar y, para obtener un resultado óptimo, solo use las herramientas adecuadas y un poco de habilidad manual.
A continuación, te explicamos como limpiar calamares en unos simples pasos.
Índice de Contenido
Cómo elegir el calamar
Aunque visualmente son muy similares a los calamares, los calamares tienen una carne más firme y diferentes colores de pelaje, que en los calamares es básicamente blanco, mientras que en los calamares tiene tonos rosados con vetas moradas.
Se distinguen de los calamares por el tamaño, que en el calamar es generalmente mayor (excepto en el calamar, una variedad más pequeña y tierna) y por la forma de los tentáculos, largos y rectos, con punta de flecha, mientras que en el calamar son cada vez más cortos y rizados.
Cuando te decides a comprarlos, el primer factor a comprobar es su frescura.
Además de confiar en la palabra del pescadero, no olvide evaluar el aspecto estético del calamar: la primera garantía de frescura es una piel intacta y brillantede color vivo y brillante, con reflejos opalescentes.
Calamar fresco casi no tienen olorsi no la propia del producto recién pescado, y su precio suele ser ligeramente inferior al del calamar.
Cómo limpiar el calamar
El proceso de limpieza del calamar comienza con un lavado a fondo con agua corriente fría.
Para no impregnar tus manos del típico olor a pescado usar guantes de látex: esta precaución también le permitirá evitar mancharse con tinta, que puede escaparse de la bolsa contenida en el interior del cuerpo.
Después del lavado, para limpiar los calamares se procede de la siguiente manera:
- Disponer los calamares sobre la superficie de trabajo y separar la cabeza del manto de cada uno;
- Extraiga el gladius (el pequeño “caparazón” de cartílago contenido dentro del manto) y elimínelo;
- Retire todas las vísceras, insertando los dedos en el cuerpo de cada calamar, sin olvidar eliminar también la bolsa de tinta;
- Con un cuchillo afilado, corte los ojos y el «pico» (la protuberancia en el centro de los tentáculos) de la cabeza;
- Si también quieres quitarle la piel, córtala suavemente y retírala del manto, luego corta también los tentáculos.
Al final de estas operaciones, enjuague nuevamente los calamares para eliminar los residuos y colóquelos en una tabla de cortar cubierta con papel de cocina, donde se pueden secar antes de prepararlos siguiendo las instrucciones de su receta favorita.
Consejos de conservación
Siempre es mejor cocinar cualquier tipo de pescado cuando está fresco y, por tanto, inmediatamente después de comprarlo.
Pero si quieres quedarte con los calamares para prepararlos al día siguiente puedes guardarlos en el refrigerador dentro de un recipiente cubierto con film alimentario que sella el olor, para evitar que se traspase a otros alimentos de la nevera.
Si por el contrario quieres conservarlos durante más tiempo, puedes congelar calamares frescos (¡nunca los descongelados!): ya deben estar limpios y lavados y deben colocarse dentro de una bandeja de aluminio.
Una vez alcanzado el punto de congelación, los calamares se pueden trasladar a las bolsas especiales de congelación, donde permanecerán intactos durante unos 3/4 meses.
Antes de utilizar los calamares congelados, sácalos del congelador y déjalos en el refrigerador (atención: no a temperatura ambiente (ENLACE)) hasta que estén completamente descongelados.
Y ahora, ¿qué hacer con él?
Después de saber cómo limpiar los calamares, solo te queda cocinarlos.
Muy versátiles en la cocina, gracias a su delicado sabor, los calamares se prestan a ser preparados de diversas maneras, todas apetecibles y sabrosas: pueden representar el elemento principal de un plato, o ser utilizados como ingrediente para condimentar un primer plato de pasta o un risotto. , o incluso enriquecer una sopa de pescado o una ensalada de marisco.
Al igual que los calamares, los calamares también se pueden cortar en aros y freír rebozados o al horno con tomates cherry y albahaca.
Deliciosos enteros, rellenos de verduras, mezclados con pan rallado y aromas, quedarán deliciosos si se hornean al horno, pero también bañados en una apetitosa salsa de vino blanco, perfumados con salvia y perejil y (si se desea) especiados con la adición de tinto pimienta
Y, en verano, puedes hacer brochetas para asar en la barbacoa de la huerta, alternando las distintas piezas de calamares con cebolla, pimientos, calabacines y cualquier otra verdura que te guste.