Cómo almacenar albahaca: todos los métodos

La albahaca siempre ha sido una de las plantas aromáticas más utilizadas en nuestra tradición culinaria y durante muchos años ha sido un ingrediente al que ningún italiano puede renunciar.

Desde la muy clásica pasta de tomate hasta el ahora icónico pesto genovés, la albahaca se usa en muchas recetas italianas (y no solo) y siempre garantiza ese toque extra de sabor que deja a cualquiera sin palabras, pero también tiene algunos defectos.

De hecho, es uno planta muy delicada y sensible a la variación de temperatura y / o la cantidad de luz solar, por lo que se necesita muy poco para que sus fragantes hojas se marchiten y la vuelvan casi inutilizable.

Pero no te preocupes, porque en esta guía te explicaremos todos los trucos útiles para entender cómo almacenar albahaca fresca, no solo mediante la clásica congelación sino también con otros métodos muy sencillos y al alcance de todos.

Cómo conservar la albahaca fresca durante unos días

Albahaca conservada en frasco de vidrio

Si desea almacenar hojas frescas de albahaca durante un tiempo limitado debido a una producción excesiva o un bajo uso temporal, no es necesario recurrir a métodos complejos o que requieran una atención especial.

De hecho, solo introdúcelos dentro de un frasco de vidrio común lo que los protegerá del aire circundante y ayudará a mantenerlos frescos y fragantes durante un período máximo de aproximadamente 3 semanas.

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Para maximizar la eficacia de este método, te aconsejamos que lo coloques en el frigorífico, ya que la baja temperatura y la ausencia de humedad incrementarán su durabilidad y conservarán sus características olfativas y gustativas.

Cómo almacenar albahaca en el congelador.

Albahaca conservada en el congelador

Guardar albahaca en tu congelador es sin duda lo más utilizado, pero para congelar albahaca no basta con poner las hojas en el congelador para poder conservarlos durante mucho tiempo. Este no es el caso y ahora explicamos por qué.

Todas las hojas de la planta son ricas en aceites esenciales que además dan el famoso y único aroma que todos conocemos, por lo que es fundamental no alterar o resetear por completo su presencia.

El primer consejo muy importante es lavarlos con agua corriente y secarlos con trapos limpios o preferiblemente con luz solar. Esto evita la contaminación indirecta que podría causar un deterioro prematuro.

Además, es crucial sellarlos al vacío para reducir aún más el riesgo de que con el paso de los días se dañen y pierdan su frescura.

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Otro método ampliamente utilizado para el almacenamiento en congelador es el que implica la preparación de pequeñas cantidades de pesto para facilitar el almacenamiento y evitar que la fragilidad de las hojas comprometa la calidad del propio producto.

Cómo conservar la albahaca cortándola

Albahaca picada

Cortar las hojas de albahaca lleva unos minutos y con el uso de una batidora picadora especial puede terminar todas las operaciones en tiempos aún más rápidos.

Se deben seguir pocas precauciones para obtener los resultados deseados y entre ellas se encuentra sobre todo el uso de pequeñas cantidades de aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal, para conservar el color pero también y sobre todo el aroma y el sabor.

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Una vez picadas, coloca todas las piezas en un frasco hermético y guárdalas en la nevera (o congelador) hasta el próximo uso.

Cómo conservar la albahaca en aceite

Conservación de albahaca en aceite

Los alimentos que se pueden conservar en aceite son realmente numerosos y entre estos también encontramos la albahaca. También en este caso es importante proceder con un lavado preventivo de las hojas para eliminar eficazmente cualquier residuo externo.

Una vez hecho esto, es posible ponerlos en un recipiente especial (por ejemplo un frasco de vidrio) y salarlos, teniendo cuidado de no dejar hojas sin la cobertura de los granos.

En este punto solo queda verter el aceite en el recipiente. hasta que esté casi completamente lleno.

Una vez cerrado con tapón hermético finalmente es posible meterlo en tu nevera y dejarlo allí hasta que lo necesites.

Gracias a este método, las hojas de albahaca se pueden conservar durante varios meses y sin ningún tipo de problema; excelente sobre todo en invierno.

Cómo conservar la albahaca en sal

Conservación de albahaca en sal

De todos los métodos descritos hasta ahora, el de la sal es el más antiguo y al mismo tiempo el más utilizado para la conservación de muchos alimentos.

Su preparación no requiere habilidades especiales y todo comienza, como de costumbre, con la limpieza y secado de las hojas de albahaca. Luego procedemos a tomar un recipiente de cerámica y colocar una primera capa de hojas en el fondo.

Una vez hecho esto, puedes proceder por capas, alternando albahaca y sal hasta alcanzar la capacidad máxima del tarro.

Cuando se termina la última capa se debe aplicar una ligera fuerza para que todo quede compactado de manera óptima, se cierra el tarro con un tapón especial y se agita para crear una mayor uniformidad entre la sal y las hojas.

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Le aconsejamos que conserve el tarro de cerámica. en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar directa y de la humedad, agentes que podrían interferir con la acción que realiza la sal, haciéndola prácticamente inútil.

Cómo conservar la albahaca secándola

Albahaca seca

Concluimos nuestra guía sobre la conservación de la albahaca hablando del secado. De todos los métodos, es el menos utilizado y conocido, ya que lleva mucho tiempo y afecta el olor disminuyendo su potencial aromático.

Se basa completamente en la deshidratación y para realizarla de manera óptima es necesario recolectar las hojas antes de que la planta produzca las flores.

Además, se recomienda proceder al secado solo cuando se disponga de una gran cantidad de albahaca, para poder formar verdaderos racimos para dejarlos colgados de la pared en un lugar seco y en ausencia de humedad.

Los tiempos son alrededor de diez días si usa luz solar, mientras que alrededor de 5-6 horas si usa un secador de alimentos doméstico.

Como es fácil de adivinar, este método conduce a la destrucción completa de las hojas de albahaca, por lo que también se pierde el elemento estético y decorativo que las distingue. Por este motivo su uso está principalmente dirigido a la elaboración de recetas rápidas y sencillas.

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