Cómo conservar alcachofas: los mejores métodos

Las alcachofas son un alimento rico en nutrientes, minerales y vitaminas como magnesio, potasio, zinc y hierro. yo soy además facil de cocinarson aptas para cualquier tipo de preparación, como primer plato o sopas, para infusiones y guarniciones, para preparar ricas empanadas saladas o sabrosos aperitivos.

Una hortaliza versátil que, como veremos, según tus necesidades se puede almacenar de diferentes maneras.

De hecho, para mantener intactas las innumerables propiedades nutricionales de esta verdura, es importante conservarla de la forma correcta. Un almacenamiento incorrecto podría dañar no solo la apariencia de las alcachofas, sino también el sabor y diferentes cualidades nutricionales.

En los siguientes párrafos te ilustraremos como conservar las alcachofassi es posible congelarlas o guardarlas fuera del frigorífico, cómo conservar las alcachofas en aceite y mucho más.

Cómo conservar las alcachofas fuera del frigorífico

Sea cual sea el método de conservación que desee adoptar, en primer lugar es importante comprobar la frescura de la alcachofa.

Los consejos deben ser bien cerradolas hojas siempre duro al tacto y con un color vivo e intenso; Lo mismo ocurre con el tallo, que nunca debe estar dañado, marchito o excesivamente blando.

Una vez hayas comprado las alcachofas en tu frutería de confianza, lávalas una a una con mucho cuidado para eliminar bacterias y sustancias no deseadas.

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Si no tienes posibilidad de conservar las alcachofas en la nevera, puedes guardarlas en la despensa a temperatura ambiente: envuélvalos en una hoja de papel absorbente ligeramente humedecida.

De esta manera puedes conservar las alcachofas hasta por 2 días.

Cómo conservar las alcachofas en el frigorífico

guardar las alcachofas en el frigorífico

Si quieres alargar la vida de las alcachofas y evitar que se estropeen en unos días, puedes conservarlas en el frigorífico.

De hecho, las alcachofas, como la mayoría de las verduras, se pueden almacenar en el cajón de verduras hasta por 5 días.

Para guardar las alcachofas crudas en el refrigerador, simplemente colóquelas en una bolsa de plástico o, alternativamente, envuélvalas en una toalla de papel húmeda. En particular, si se almacenan en plástico se mantienen frescos durante 4-5 días, mientras que en papel húmedo no duran más de 2 días.

Las alcachofas también se pueden conservar frescas. Esto significa que, una vez cortados los tallos oblicuamente, se pueden colocar dentro de un frasco con agua fría y consumir dentro de las 24 horas.

Estos métodos de conservación de las alcachofas crudas, en el frigorífico o en fresco, permiten mantener intactas las propiedades de esta hortaliza, no requieren cocción previa y garantizan una conservación duradera.

¿Cómo congelar alcachofas?

Conservar las alcachofas en el congelador es la solución ideal para tener siempre disponible esta verdura típicamente invernal.

Congelar las alcachofas es muy sencillo: una vez limpias, cortarlas en gajos y escaldarlas durante unos minutos. Déjelos enfriar y póngalos en bolsas de plástico para alimentos.

Los sobres se pueden almacenar en el congelador durante 2-3 meses. Atención, porque una vez descongeladas las alcachofas hay que consumirlas en 24 horas.

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Para descongelarlos puedes dejarlos en el refrigerador; alternativamente, si dispone de poco tiempo, puede sumergir las alcachofas aún congeladas en agua fría o colocarlas en el horno microondas durante unos minutos utilizando el programa especial de descongelación.

Cómo conservar las alcachofas en aceite

conservar las alcachofas en aceite

La técnica de conservación en aceite es una de las más extendidas porque permite aislar los alimentos, en este caso concreto las alcachofas, del contacto con el aire.

Para conservar las alcachofas en aceite necesitarás alcachofas, vinagre, agua, aceite de oliva virgen extra, aceite de semillas, limón, perejil y sal. La proporción a seguir es de 1 kg de alcachofas por 1 L de agua y 1 L de vinagre.

Primero debes limpiar cuidadosamente las alcachofas, teniendo cuidado de quitar las hojas exteriores. Luego córtelos en gajos y transfiéralos a un recipiente lleno de agua fría, sal y el jugo de un limón.

Este paso es fundamental para que las alcachofas estén más tiernas y evitar que se ennegrezcan.

Después de una hora, colóquelos en una cacerola llena de agua hirviendo, perejil y vinagre. Deja que las alcachofas se cocinen durante unos 10-15 minutos a fuego medio. En este punto, escúrralos y déjelos enfriar sobre un paño.

Luego colócalas en un bote de cristal hermético y cúbrelas con 2/3 de aceite de oliva virgen extra y 1/3 de aceite de semillas.

Dejando los botes abiertos, déjalos reposar en un lugar fresco y seco durante 2-3 días, revisando frecuentemente el nivel de aceite, que debe estar siempre por encima de las alcachofas (si es necesario, añade más).

A continuación, cierra los tarros y, antes de consumir tus alcachofas en aceite, déjalas reposar al menos un mes.

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Cómo conservar alcachofas al natural en un tarro hermético

¿Es posible conservar las alcachofas en tarros sin aceite? La respuesta es sí: veamos cómo hacerlo juntos.

Para conservar las alcachofas en su estado natural, simplemente introduce los corazones de alcachofas, previamente limpios y cortados en gajos, en un bote hermético añadiéndoles una mezcla de laurel, pimienta, sal y limón.

Cubra las alcachofas con agua caliente con sal, selle los frascos y deje hervir durante aproximadamente una hora.

Las alcachofas así conservadas, antes de ser consumidas, deben enjuagarse y saltearse en una sartén con aceite y perejil.

Cómo conservar las alcachofas envasadas al vacío

Para envasar al vacío las alcachofas necesitas un limón, puerro, aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta. Trocear las alcachofas, el limón y el puerro y sazonar con aceite, sal y pimienta. A continuación, colócalos dentro de una bolsa de vacío, eliminando el exceso de aire (recomendamos utilizar una aspiradora doméstica).

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